Fuiste una bonita coincidencia
Fue una coincidencia que cayera en tus brazos, ni siquiera fuí consciente de que hubiera alguien prestando brazos, sonrisas y risas, incluso besos.
Cierto que, quise echarme al vacío, olvidar mi yo del pasado, del futuro, del presente, olvidarme y dejarme olvidar.
Olvidé la palabra amor, amistad, felicidad... todo lo que a uno hacía humano. Quizá más que olvidar, no quise recordar.
Y tú, tú me obligaste a sentarme, mirando frente al mar, y explicaste con cada beso todo lo que decidí olvidar.
Y esta vez, aprendí que estaba equivocada en todo, que todo lo que había aprendido en el pasado, ni siquiera fue concepto correcto.
Y fue todo una coincidencia, que tú, a través de todas tus enseñanzas, a través de todos tus besos, me hayas regalado poder...
poder para volar,
para volver a sonreír,
para volver a querer la vida,
a las personas,
y no más importante,
quererte a ti.
Comentarios
Publicar un comentario