Me he fumado el amor

En tiempos de nevada me he dado cuenta que, no me he fumado la vida, ni los dulces, ni un porro, ni siquiera un cigarro, porque.... ME HE FUMADO EL AMOR.

Fumarse el amor es algo maravilloso, es algo que te llena totalmente, te da confianza, te obliga a sonreír, a bailar, a correr sin parar y mil cosas más, una droga que no te deja respirar.

Pero es que en tiempos de nevada, tantas personas que se están fumando el amor, que yo me ya no puedo más, porque soy de las que se han pasado del límite, me he quedado sin aliento y sin pulmones.

Y que alguien me mate, y se atreva a hacerlo, porque esta vez en vez de coraza llevo una armadura forjada a base de besos y caricias, a base de amor de aquél que yo llamo mi príncipe rojo, mi rey, mi todo.

Entre mi rey y yo, no tan solo nos hemos fumado el amor... ¡Nos hemos fumado la vida! Y quien sea capaz de romper nuestro porro feliz, que se atreva, que este es irrompible, ni siquiera alcanzable es.

¡Que se atrevan a alcanzar lo que sea que seamos! Pero que sepan, que no podrán, lo digo yo, lo dirá él, lo dirán todos.