Ser inequívoco no es de humanos
Besé una mano
equivocada,
sin darme cuenta
de que la tuya,
se encontraba
a siete minutos de la mía.
Me he equivocado
de cuerpo,
porque el tuyo
no deja que caiga el mío.
Besé el aire
equivocado,
sin darme cuenta
de que me intoxicaba,
boca a boca,
cuerpo a cuerpo.
Porque me he equivocado
de vida,
porque la tuya
tan solo acaba de atracar la mía.
Me han robado
trocitos,
de mi alma,
de mi corazón,
de toda yo.
Pero tu atraco
no me ha dejado indiferente,
porque has llegado a robarme
para regalarme más.
Pero es que besé
tus labios,
tu alma,
te besé a ti,
y he caído en la cuenta,
de que me he equivocado
en todo este lapso,
y que yo,
soy tan humana como tú.
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